Tantra Mujeres

La mujer tántrica

danza vientreEn el pasado, sociedades enteras han marginado y reprimido los poderes femeninos de maneras muy violentas y abusivas por desconocerlos y temerlos. Aún después de muchos años de la llamada “liberación de la mujer” esas heridas nos han quedado ligadas psíquica y físicamente a través de nuestros antepasados siendo transmitidas de generación a generación de formas muchas veces inconscientes por no comprender nosotras mismas en qué consiste nuestra esencia como mujeres, de qué estamos hechas, qué somos capaces de crear y transformar. Desde el tantra, la mujer puede conocerse a sí misma entrando en el misterio que su propio cuerpo contiene: la capacidad de transmutar cualquier emoción en amor; de sanarse a sí misma y a los demás a través de su útero generador de vida y muerte; de conectarse con la devoción hacia sus hijos, familia y pareja; de guiar al hombre hacia el corazón y a la fragilidad de la existencia; de la generación de la belleza en el mundo a través de su sensibilidad, su tacto, su música y su arte particular.

Para conocer este profundísimo poder es necesario cuestionar creencias sociales, culturales, familiares e históricas desde la propia experiencia (corporal y meditativa) y tener el valor de atravesar los diferentes arquetipos de la madre, la hija, la bruja, la sanadora, la esposa, la amante… etc. para unir todos estos aspectos en un sólo símbolo: el de la DIOSA.

Nivel I: Iniciación

La iniciación propone ejercicios para el fortalecimiento del suelo pélvico, vivenciar los siete chackras y sus polaridades en la mujer, conectarse con los pechos en meditación y hacer circular la energía kundalini para despertar el cuerpo.

Nivel II: Transformación

La propuesta es aprender ejercicios concretos para aprender a direccionar la rabia y a encontrar la claridad mental, desbloquear los siete chackras a través de la respiración y conectarnos con nuestra diosa sagrada.

Nivel III: Placer

En este nivel las diosas entrarán en las profundidades de su escencia intrínseca para honrar su cuerpo y danzar la energía de hermandad que se produce entre mujeres.